
La llegada de la inteligencia artificial (IA) constituye sin lugar a dudas una de las mayores revoluciones tecnológicas desde el nacimiento de Internet. Este término hace referencia a un tipo de tecnología capaz de llevar a cabo tareas que anteriormente solo estaban al alcance del cerebro humano. Según un estudio reciente, el 74% de los jóvenes ha usado al menos una de estas herramientas, principalmente para ayudarse con sus tareas escolares. Para que nos hagamos una idea de las posibilidades que ofrece, los niños en edad escolar pueden usar la IA para las siguientes tareas:
· Resolver dudas y obtener información sobre un tema;
· Traducir textos a otros idiomas;
· Elaborar el esquema de un trabajo;
· Resolver problemas matemáticos
· Corregir la ortografía y la gramática de un texto;
· Diseñar un plan de estudio...
Lo que preocupa respecto al uso de esta herramienta, es que si la IA hace la mayor parte del trabajo, existe el riesgo de que dejen de pensar por sí mismos y se pierdan oportunidades esenciales para continuar su aprendizaje, ya que por ejemplo, el objetivo de los deberes es ayudar a nuestros hijos a desarrollar nuevas habilidades, reforzar sus conocimientos y repasar conceptos. Por ello, hay que preparar el camino y brindarles a nuestros hijos un entorno seguro en el que puedan aprovechar los beneficios de esta tecnología sin poner en riesgo su desarrollo:
A modo de ejemplo, estas serían algunas normas que podríamos fijar:
1. El tiempo de uso de la inteligencia artificial en casa es limitado; es fundamental regular el tiempo que pasan con esta herramienta.
2. La inteligencia artificial no puede encargarse de los deberes; limitar su uso a la hora de hacer los deberes escolares. Explica a tu hijo que puede utilizarla para buscar información complementaria, pero no copiar sus respuestas.
3. La inteligencia artificial no puede suplantar su razonamiento; los niños deben comprender qué es la inteligencia artificial y que se trata de una herramienta en desarrollo, por lo que a veces brinda información desactualizada o incorrecta que siempre deben contrastar.
4. No se pueden compartir datos personales; es importante que les enseñes que no deben compartir información ni datos personales o confidenciales a través de este tipo de herramientas.
5. La actividad con la inteligencia artificial será supervisada; conviene ser precavidos, sobre todo cuando aún son pequeños, y comprobar cada cierto tiempo su interacción con la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, no podemos luchar contra su avance, pero podemos ayudar a nuestros hijos a usarla correctamente. Nuestro deber como adultos es seguir aprendiendo para guiar a los niños a través de los nuevos retos que nos impone la sociedad.
Raquel Diego
Profesora