En la era digital en la que vivimos, los dispositivos electrónicos y móviles se han convertido en herramientas comunes en la vida de las personas, tanto de los adultos como de los menores. Los usamos a diario, por la mañana, por la tarde y por la noche, pero su uso antes de dormir puede tener consecuencias perjudiciales para la salud de nuestros niños, tanto mental como física. Aunque puede parecer tentador dejar que los niños jueguen o vean contenidos en sus teléfonos minutos previos al sueño, esta práctica puede interferir en su sueño de manera significativa.
Una de las principales razones para evitar el uso de estos dispositivos antes de dormir es la exposición a la luz azul que emiten las pantallas. Esta luz tiene un efecto directo sobre la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el ciclo del sueño, suprimiendo su producción y dificultando que los niños se duerman con la rapidez y calidad que ellos necesitan para su correcto desarrollo. Además, el contenido al que acceden puede ser altamente estimulante, desde juegos interactivos hasta videos y redes sociales. Esta estimulación puede dificultar que el cerebro de los niños se relaje lo suficiente como para entrar en un estado de reposo necesario para dormir. Debido al uso de los dispositivos antes de dormir, los niños pueden tener un sueño más ligero, lo que hace que se despierten más fácilmente durante la noche y su uso constante antes de dormir puede establecer patrones de dependencia.
Si se acostumbran a utilizar el teléfono como medio para relajarse o entretenerse antes de dormir se puede generar una relación poco saludable con la tecnología a medida que van creciendo, dificultando aun más su capacidad para desconectar y relajarse. Además de esto, las redes sociales y juegos pueden generar ansiedad o excitación, dificultando el proceso de relajación o afectar negativamente su bienestar emocional, aumentando los niveles de estrés y dificultando un descanso reparador.
Es importante establecer una rutona saludable de sueño para el bienestar general de los más pequeños de la casa. Evitar el uso de móviles antes de acostarse es un paso importante para promover un sueño de calidad, necesario para su desarrollo cognitivo, emocional y físico. Para facilitar un descanso adecuado, es recomendable crear un ambiente tranquilo, sin pantallas, y fomentar actividades relajantes como la lectura o la meditación. Al hacerlo, los niños podrán disfrutar de un sueño reparador, que a su vez tendrá un impacto positivo en su rendimiento diario.
Cristina Elosegui, psicóloga