¿Hemos afrontado bien las calificaciones escolares?

Tenemos reciente el final del curso escolar y con ello también, en algunos casos, la temida entrega de notas. Seguramente en estos días de verano algunos de los peques estarán disfrutando a tope y otros… sufriendo consecuencias de sus malas calificaciones. Mientras los papás se preguntan si estarán siendo justos con los castigos o premios que les hayan dado. Las notas son una forma de evaluar las competencias que tienen nuestros hijos en las distintas asignaturas, pero en muchas ocasiones no se refleja el esfuerzo que han realizado en esa materia. Esa parte para algunos padres, deja un sabor agridulce. La pregunta cuando nos entregan nuestros hijos las notas es ¿Cómo me comporto?¿Qué debo hacer a la hora de la entrega de notas?¿Qué importancia debo darlas?. Aquí os dejamos algunos consejos útiles a la hora de recibir las notas de nuestros hijos/as:

1)      Revisar las notas en el momento adecuado: procuremos revisar las cuando podamos leerlas detenidamente y hablar de ellas juntos.

2)      Gritar no ayuda: nos podemos sentir enfadados, pero gritar a nuestros hijos/as por sus notas no va a solucionar nada sino a empeorarlo. Y comparar sus resultados con sus hermanos/as o compañeros/amigos tampoco le ayudará en absoluto, céntrate en sus necesidades.

3)      Abordar juntos el problema: Conversar de forma constructiva sobre qué ha motivado esos resultados y qué se puede hacer para revertir la situación. Podéis tener una idea de los motivos por el feedback de su tutor/a. Las causas pueden ser muy variadas (falta de esfuerzo, constancia, dificultades de aprendizaje, factores externos…) y suele haber varias, así que habrá que buscar soluciones para cada una de ellas.

4)      Consensuar objetivos: plantear cuáles son las expectativas de mejora y consensuar las acciones que vamos a abordar para cumplirlas. Es mejor abordar objetivos pequeños pero factibles. Si nos marcamos metas inalcanzables, rápidamente se perderá la motivación y el sentimiento de fracaso será el predominante aunque se avance en los resultados.

5)      Motivarlos en sus estudios: Debemos poner en valor el esfuerzo que van a realizar, motivándolos a seguir intentándolo. Puedes organizar pequeñas recompensas por cada logro conseguido pero en especial, tus palabras de ánimo y afecto se pueden convertir en tus herramientas más efectivas para que no desista en su propósito.

6)      Asumir errores: si bien cada estudiante debe ser responsable de sus notas, como padres y madres tenemos también una parte de responsabilidad en sus resultados ya que debemos también educar desde casa los hábitos de estudio y potenciar el valor del esfuerzo y las responsabilidades.

Estos son algunos consejos a seguir, lo más importante es que nuestros hijos se queden con la idea de que las buenas o malas notas no definen su inteligencia, que no es una medida exacta, de manera que no debe quitarles sus esperanzas ni sueños. Aunque no tengan buenas notas, pueden llegar a hacer grandes cosas en la vida

 

Raquel Diego, profe

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